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Inglaterra intenta hacer una segunda Revolución Industrial |
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| Mark Stein, gerente de la planta de camionetas Vauxhall de General Motors en Luton, una localidad a 47 kilómetros al norte de Londres, comienza sus presentaciones con una fotografía aérea del sitio en 1965. Ésta muestra un extenso complejo de edificios que empleaba a más de 35.000 trabajadores. Señala un pequeño círculo dentro de la fotografía. Allí es donde se encuentra la fábrica actual. Ésta emplea a 1.500 trabajadores.
El fabricar cosas ha disminuido desde casi un 40% del producto interno bruto de Inglaterra a finales de los años 50 a no mucho más del 10% en la actualidad. Lo que queda se encuentra sobreviviendo por una razón. La fábrica de Luton de GM producirá este año unas 70.000 camionetas Vauxhall Vivaro y otros vehículos, con más de un 60% de éstos para la exportación. La productividad de la manufactura registró un crecimiento del 4,4% durante el primer trimestre fiscal.
El primer ministro David Cameron se ha encerrado en la manufactura como la cura al letargo económico de Inglaterra y su tasa de desempleo del 7,9%. El comenzar una nueva Revolución Industrial será duro. Los economistas y algunos ejecutivos de la manufactura además dicen que el impulsar la manufactura puede ser desacertado. La manufactura británica como porción del PIB es más pequeña que el 20% de Alemania, aunque similar al de EUA y Francia, los cuales poseen grandes sectores de servicio. Inglaterra puede haber alcanzado un equilibrio entre los dos sectores. “No creo que ningún economista piense que el crecimiento entre los próximos 5 y 20 años sea impulsado por la manufactura”, dice el director del Instituto Nacional de Investigación Económica y Social.
La manufactura británica carece de las ventajas que tiene la de Alemania. Alemania ha tenido por mucho tiempo programas de aprendizaje para jóvenes adultos: Vince Cable, el secretario de Negocios de Inglaterra, también está tratando de lanzar un programa de aprendizaje en el país. En Alemania, compañías robustas de mediano tamaño le suministran a grandes compañías y exportan por su propia cuenta. En contraste, considere el estado en que está la cadena de suministros de GM en Inglaterra. Sólo un 10% del valor de las partes utilizadas en su principal fábrica de Inglaterra en Ellesmere Port es elaborado dentro del país. La caída del 25% de la libra desde el año 2007 con respecto a otras divisas eleva el costo de las partes importadas incluso si ésta hace que las importaciones sean de menor coste.
Aún tras un prometedor comienzo post-recesión, la manufactura en Inglaterra cayó en un 0,5% en el trimestre fiscal que finalizó en junio. La brecha comercial de bienes de consumo para el mes de junio se localizó en 8,9 mil millones de libras (US$ 14,5 mil millones). El secretario de Negocios Cable dice que la libra con menos fuerza ayudará a Inglaterra a ganar una participación incluso en los mercados donde el crecimiento es lento, y la diplomacia comercial venderá más bienes de consumo a países en vías de desarrollo. “El problema siempre ha sido que nuestros mercados de exportación, particularmente los de la zona euro y EUA, se encuentran enfrentándose a sus propios desafíos”, dice el jefe economista para Europa de Capital Economics en Londres. “la idea de que nosotros íbamos a obtener un beneficioso y oportuno auge en las exportaciones siempre fue un poco optimista”.
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Este es el resumen del artículo "Inglaterra intenta hacer una segunda Revolución Industrial" publicado en Septiembre 05, 2011 en la revista Business Week.
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