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Los adultos se portan mejor cuando hay ositos de peluche en el recinto | 
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| Sreedhari Desai y Francesca Gino pusieron a un grupo de personas a jugar un juego clásico en psicología en el que unos sujetos controlan cuánto dinero ganan otras personas y pueden ganar más si mienten. La mitad de los participantes estaban en un salón lleno de juguetes infantiles. Dichos participantes mintieron menos y fueron más generosos que el grupo de control.
El resultado: los adultos son menos propensos a mentir y, a la vez, a desarrollar comportamientos socialmente aceptables cuando hay objetos infantiles tales como osos de peluche o lápices de colores.
Estos juegos de laboratorio nos resultan demasiado ajenos a la realidad. ¿Cómo sabe que la gente se comportará mejor en el mundo real? Las investigaciones revelaron que si en las cercanías hay cinco o más jardines de infancia o escuelas primarias, las compañías hacen más obras de caridad.
¿Tiene esto alguna utilidad? ¿Deberíamos poner juguetes en nuestros salones de reuniones y oficinas corporativas? Una sugerencia es abrir un jardín de infancia en las oficinas corporativas. Esto podría tener repercusiones muy positivas en el comportamiento de toda la organización. Y, claro está, poner fotografías de niños en los cubículos también funcionaría.
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Este es el resumen del artículo "Los adultos se portan mejor cuando hay ositos de peluche en el recinto" publicado en Septiembre 2011 en la revista Harvard Business Review.
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