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¿Cuál es el secreto para hacer mejores lluvias de ideas? | 
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| A continuación, algunos consejos para liderar una lluvia de ideas:
1. La invitación: debe expresar obviamente el objetivo. Aunque debe ser breve, la invitación debe incluir más o menos 20% más de información de lo que cualquiera necesita para sentirse cómodo a la hora de participar en la sesión. Si la gente considera que necesita más información de la que hay en la invitación, entonces ya estamos en problemas. También es importante incluir una persona más de las que creemos que necesitaremos. Un as bajo la manga. Alguien que no sea responsable de lo que surja en la sesión.
2. Cómo empezar: podemos pararnos y decir: "Saquen sus paraguas porque comenzó la sesión". Podemos poner una botella de tequila en la mesa. Podemos decir que hoy nos pusimos un cinturón gracioso. El punto es que la reunión debe estar llena de acontecimientos. A todos nos gustan los pequeños placeres mientras trabajamos. Se puede poner música u ofrecer aperitivos. Pero la peor parte de la sesión es el primer minuto, cuando el líder debe decir el objetivo y ofrecer algunas ideas como para provocar. Esta tarea no es sencilla porque no debemos ser muy específicos. Lo mejor es aplicar una especie de "inspiración mediocre". Dar ejemplos que todos puedan superar con facilidad. Esto transmite el mensaje de que, si bien no somos idiotas, no estamos seguros de lo que queremos. Esta es una técnica que alienta las ideas sin constreñir el pensamiento.
3. Malas ideas: una vez que todo esté andando, es cuestión de guiar gentilmente la discusión. El líder debe permitir que las personas sigan ciertos caminos y abandonen otros. Pero, de nuevo, gentilmente. A veces hay ideas tan malas que acaban con el impulso e impiden seguir el curso. Esto es lo que se llama una "granada"; es decir, una idea tan mala que apaga la llama de la creatividad y avergüenza a todo el mundo. Lanzamos estas granadas porque sentimos la necesidad de hablar. Pero la clave de una buena lluvia de ideas es no hablar demasiado.
4. Finalizar: es fácil. Basta con decir "se acabó". Claro está, en realidad no se acabó. Sólo es el fin del inicio. En los últimos quince minutos debemos empezar un proyecto que estará vigente durante las próximas dos semanas. Debemos recopilar las ideas, priorizarlas y ver cómo se pueden desarrollar.
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Este es el resumen del artículo "¿Cuál es el secreto para hacer mejores lluvias de ideas?" publicado en Octubre 2011 en la revista Entrepreneur.
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