|
La angustia de los universitarios |
|
| En el pasado siempre nos dijeron que la educación era la mejor forma de equiparse para triunfar en un mundo globalizado. Según ciertos estudios, la formación académica está estrechamente correlacionada con los ingresos. Alguien con un título universitario puede ganar hasta 75% más en toda su vida que alguien con solo un diploma de secundaria. Pero al parecer, en la actualidad las cosas están cambiando. Es probable que estemos al comienzo de una nueva fase en la interrelación entre empleo y educación, y que la crisis en la demanda de graduados Occidentales, causada por la actual recesión, se transforme en algo estructural. El vendaval de destrucción creativa que estremeció a tantos obreros manuales en las pasadas décadas está empezando a estremecer a la élite cognitiva también.
El suministro de graduados universitarios está aumentando rápidamente. Las economías emergentes (especialmente China) están destinando recursos en la construcción de universidades que puedan competir con las élites de EUA y Europa. Lo mejor y lo más brillante del mundo rico debe competir cada vez más con lo mejor y más brillante de los países más pobres, que están tratando de trabajar más fuertemente por menos dinero. De la misma forma, la demanda de trabajo culto está siendo reconfigurada por la tecnología, como la demanda de mano de obra agrícola se reconfiguró en el siglo XIX y la industrial en el siglo XX. Las computadoras no solo pueden realizar tareas mentales repetitivas mucho más rápido que los seres humanos, también pueden darle poder a un amateur para hacer lo que antes hacía un profesional.
Varios economistas han empezado a argumentar que las sociedades postindustriales estarán caracterizadas por un gran “vacío” en la demanda de mano de obra culta a medida que los empleos de nivel medio son destruidos por máquinas inteligentes y se ralentiza el crecimiento de los empleos de alto nivel. Según algunos expertos, el efecto principal de la automatización en la era de la computación será la destrucción de todo empleo que pueda ser reducido a rutina. La educación universitaria es aún un prerrequisito de algunos de los grandes gremios (la medicina, las leyes y el mundo académico), que proporcionan empleos seguros y bien pagados. Pero estos gremios están empezando a combarse. Los periódicos están librando una batalla perdida con los blogs. Las universidades están reemplazando a profesores académicos con plaza fija por personal sin plaza fija. Las firmas de abogados contratan para trabajo legal de rutina a especialistas en búsqueda computarizada, y hasta los médicos están amenazados, ya que los pacientes buscan consejos en línea.
Estos cambios (automatización, globalización y desregulación) podrían ser parte de un cambio mayor: la aplicación de la división del trabajo en el trabajo intelectual, que mejorará indudablemente la productividad de los trabajadores intelectuales, permitirá al consumidor dejar de lado los gremios profesionales que han extraído altas rentas por sus servicios, y le dará poder a otros trabajadores intelectuales para enfocarse en aquello para lo que son mejores y dejar tareas más tediosas a otros. Pero la reconfiguración del trabajo intelectual hará la vida mucho menos confortable y predecible para la nueva generación de graduados.
|
Este es el resumen del artículo "La angustia de los universitarios" publicado en Septiembre 03, 2011 en la revista The Economist.
Vea otros artículos publicados en The Economist u otros artículos sobre Finanzas personales.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|