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Los socios y sus obstáculos | 
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| Si bien Obama inició su gobierno con la esperanza de crear una nueva era de concordia entre los socios de ambas regiones, que dejara atrás los infructíferos debates y antiguas ideologías, lo cierto es que las prioridades de su gabinete han sido otras. La administración de Obama ha tenido que lidiar con problemas fuera de casa. Además, ha tenido grandes dificultades para negociar con un comité de mayoría republicana de la Asamblea Legislativa, que suprimió del presupuesto del próximo año los fondos orientados a la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Por un lado, los conservadores califican al secretario de la OEA, José Miguel Insulza, de ser cómplice de las amenazas y las violaciones de gobiernos latinoamericanos totalitarios, como el de Hugo Chávez; por el otro, los republicanos han utilizado sus poderes para impedir la designación a cargos diplomáticos de ciertas personas que eran consideradas muy conciliatorias con el régimen chavista y sus aliados.
La OEA no es, sin embargo, el único obstáculo para buscar la conciliación entre ambas regiones, también lo es el futuro de los tratados de libre comercio que estaban siendo negociados con Colombia y Panamá durante el gobierno de Bush. Mientras muchos demócratas se oponen a estos tratados por razones proteccionistas y por el miedo a los ataques a los trabajadores en Colombia, los republicanos, en favor de estos acuerdos, están en desacuerdo con la creación de un modelo que proporcione ayuda federal a los trabajadores de EUA que pierdan su trabajo por causa de las importaciones.
Es cierto que aún no se han resuelto los asuntos que más le preocupan a Latinoamérica, tales como el narcotráfico, la emigración, el comercio y Cuba, que son actualmente manejados a través de políticas locales. Sin embargo, el gobierno de Obama se ha tornado más permisivo y cooperativo con algunos países de la región latinoamericana.
Por un lado, EUA ha levantado algunas restricciones que permiten a los cubanos- estadounidenses viajar a su país y recibir remesas. Por otro lado, ha implementado planes de cooperación de seguridad con México, mediante el despliegue de equipos y agentes estadounidenses en la frontera con México y el otorgamiento del permiso a la policía mexicana para adentrarse en su territorio y así llevar a cabo ataques sorpresa. A su vez, aporta entrenamiento a los pilotos de helicópteros y a la policía de Centroamérica y trabaja estrechamente con México para agilizar el comercio legal en la frontera.
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Este es el resumen del artículo "Los socios y sus obstáculos" publicado en Septiembre 03, 2011 en la revista The Economist.
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