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En Hungría los desempleados van a un campo de trabajo forzado |
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| Bajo un nuevo plan que fuera aprobado por el Parlamento durante el mes de julio, unas 300.000 personas estarán laborando en empleos de servicios comunitarios para el año 2012 –haciendo de todo desde recoger la basura hasta construir estadios deportivos– en lugar de obtener asistencia social o beneficios por desempleo. Hungría ya no le “dará beneficios a aquellos que son capaces de trabajar, cuando existe mucho trabajo por hacer”, dijo Viktor Orbán, el primer ministro del país, en junio. El esfuerzo es parte de la promesa hecha en 2010 por el regente Partido Fidesz para generar 1 millón de empleos en la próxima década.
Sin duda alguna, Hungría necesita empleos. Sólo un 54,6% de la población en edad laboral se encuentra trabajando, siendo ésta la tasa más baja en la Unión Europea. Una economía anémica, a la cual se le pronostica un crecimiento del 2% en 2011, es parte del problema. Pero la verdadera culpable es la descontrolada asistencia social creada tras la caída del comunismo. Para ayudar a los trabajadores que perdieron sus empleos en industrias del estado, el gobierno estableció unos generosos programas de retiro temprano, discapacidad y licencias por paternidad. Esos beneficios todavía son válidos. Según la agencia Eurostat de la Unión Europea, Hungría invirtió en 2008 unos US$ 5.200 per cápita en protección social, versus unos US$ 4.088 en Eslovaquia y US$ 3.706 en Polonia.
Bajo la nueva ley, los beneficios por desempleo serán recortados tras 90 días, lo que es inferior a nueve meses, y la elegibilidad para otros beneficios sociales será reducida. A la gente sin compensación por desempleo se les está ofreciendo empleos que pagan US$ 303 al mes, el doble de la paga básica por asistencia social pero inferior al estándar de US$ 415 del salario mínimo. Aquellos que se rehúsen no recibirán ayuda gubernamental.
Los patronos húngaros dicen estar ansiosos por tener trabajadores cualificados. Daimler se encuentra reclutando a 2.500 personas, incluyendo a ingenieros y especialistas de tecnología de la información, para una nueva fábrica en la población de Kecskemét. Los empleos de obras públicas por lo general no suministran la clase de entrenamiento y experiencia que requieren las empresas, dijo la directora de diálogo social para la Confederación de Patronos e Industriales Húngaros. “Esto no es trabajo productivo”, dice ella.
Hace casi una década, Eslovaquia intentó llevar a cabo un programa de obras públicas similar para poder sacar a la gente de la lista de compensación por desempleo, pero el gobierno abandonó el esfuerzo luego de unos años “debido a que se dieron cuenta de que la gente no se trasladaba a empleos regulares”, dijo un profesor asistente de políticas públicas en la Universidad Central Europea de Budapest.
Károly Lakatos, de 38 años de edad, padre de tres niños y quien perdiera su empleo como operador de montacargas en una fábrica de partes para automóviles, está seguro de una sola cosa: “no quiero que mis hijos hagan lo mismo que yo. Quiero que ellos estén sentados con traje y corbata en frente de un computador”.
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Este es el resumen del artículo "En Hungría los desempleados van a un campo de trabajo forzado" publicado en Septiembre 12, 2011 en la revista Business Week.
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