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La nueva madurez de Mexico | 
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| El ministro de Finanzas mexicano, Andrés Conesa habla sobre el cambio que ha experimentado el país desde la crisis del peso en 1995, cuando la moneda fue devaluada y se impusieron a la nación ciertas condiciones de manejo económico. Gracias a la disciplina fiscal posterior, México pudo reducir su deuda externa y refinanciar con tasas más bajas de interés y tiempos de pago más largos.
Este año, en febrero, se convirtió en el primer mercado emergente en emitir bonos soberanos bajo una cláusula colectiva de acción que hace más fácil la renegociación sin tener que contar con el consentimiento unánime de los acreedores (sólo el 75%). Esta estipulación es importante ya que hace que cualquier renegociación progrese más organizadamente, y ha servido como ejemplo para otros países como Brasil, Corea y Uruguay que han incluido la cláusula.
El vocero de gobierno piensa que haber sido el primer país en este movimiento es trascendente, porque establece un antecedente en el mercado. México ha tratado de jugar un papel importante en el fortalecimiento de la estructura financiera internacional, y como muestra, en octubre será sede del encuentro del G-22 (G-7 más los mercados emergentes importantes). En cuanto a la "inmunidad" frente a las crisis financieras en otras naciones, Conesa explica que la tasa de inversión obtenida después de las crisis de 1998 ayudó al país. Cuando se dieron los problemas en Argentina y Brasil, no hubo contagio - por el contrario, se experimentaron influjos de capital. El peso ahora se ha fortalecido.
En cuanto al cambio después de la crisis del 95, Conesa acota que durante este lapso el país tuvo un déficit del 7% en su PIB que era financiado con flujos de capital de corto plazo que hicieron al país muy vulnerable. Por tanto, se dejó al peso flotar y se optó por una política fiscal sólida para lograr un déficit menor cada año. Hoy en día, la inflación mexicana está al nivel de sus socios de negocio (Estados Unidos y Canadá). También el Banco Central de México ganó independencia en 1993, lo que representó un cambio institucional importante.
Entre otras medidas se han alargado los plazos de deuda hasta a 30 años. En mayo se compraron los últimos bonos Brady (bonos de descuento para reestructurar la deuda) y con las finanzas internacionales resueltas, el país ha concentrado esfuerzos en el frente doméstico, colocando bonos de renta fija en pesos en períodos de 3 a 10 años. Ahora no sólo el gobierno federal sino las empresas privadas pueden acceder al financiamiento en pesos a largo plazo para proyectos de inversión (en el pasado la única alternativa era el financiamiento a dólar).
En el ámbito político, este ministro afirma que las reformas financieras son también producto de una mayor madurez de los líderes del país, de un darse cuenta de que no se puede vivir solicitando recursos, que la solución no es el endeudamiento y el gasto público. Por último, la transparencia en la información ha sido un elemento sustancial en el desarrollo de México, que ha contado con una oficina de relaciones con los inversores que se ha convertido en modelo para otras naciones.
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Este es el resumen del artículo "La nueva madurez de Mexico" publicado en Septiembre 29, 2003 en la revista Business Week.
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