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Scott Forstall, el aprendiz de brujo de Apple | 
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| Con la inmensa pérdida de Steve Jobs a los 56 años, Apple necesita ahora más que nunca conseguir al talento indicado para levantar la moral de la organización y seguir guiando a la empresa por el sendero del éxito. Hasta el momento, todo parece indicar que la persona que dictará los estándares del futuro tecnológico y que tomará las riendas de la gigante corporativa será el discípulo de Jobs, Scott Forstall, el gerente de la división de software móvil, quien se ha convertido en la figura más importante y visible en el equipo de liderazgo de Apple tras el éxito del iPhone.
Forstall, quien se convirtió en el ejecutivo sénior más joven de Apple con tan sólo 42 años, supervisa el desarrollo del iOS (el sistema operativo móvil de Apple), que funciona en los iPhone e iPad, dispositivos que generan cerca de un 70% de los ingresos de Apple. Este joven talento empezó a trabajar con Jobs tras salir de la universidad y, desde entonces, ha sido no sólo una de las manos derechas del cofundador, sino que también ha sido una de las piezas claves del éxito actual de Apple. Es más, en menos de 5 años, el iOS se ha convertido en uno de los activos corporativos más valiosos sobre la Tierra.
De alguna forma u otra, Forstall posee todas las cualidades que tenía Jobs: 1) es un gerente tenaz y obsesionado con cada detalle, 2) cuenta con el don de traducir el tecnicismo de la tecnología en un lenguaje simple para los usuarios, 3) se caracteriza por ser una figura enfocada que ha ganado la confianza de muchos de sus ingenieros, 4) toma riesgos e impulsa nuevas adquisiciones corporativas para mejorar su equipo e influencia en el mercado.
Si bien sus virtudes son muchas, lo cierto es que varios de sus subordinados también hablan de sus defectos que radican en: 1) asumir el crédito por los logros del equipo, 2) desviar la culpa de sus errores, 3) ser exasperantemente político, 4) presionar constantemente a su equipo de trabajo. De hecho, las relaciones con algunos de los miembros ejecutivos han resultado bastante tensas.
Independientemente de las discusiones internas, Apple siempre ha sido una compañía disciplinada y un agente de innovación. De allí que lo que la colosal tecnológica necesita ahora es precisamente una figura obsesiva y enfocada a los detalles que dirija a un equipo hacia una meta en común, tal y como se había venido haciendo con Jobs al cargo.
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Este es el resumen del artículo "Scott Forstall, el aprendiz de brujo de Apple" publicado en Octubre 17, 2011 en la revista Business Week.
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