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Un MBA con sabor cubano | 
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| Tras la reciente apertura económica cubana, el cardenal español Jaime Ortega Alamino vio la necesidad de instruir a todos los administradores y dueños de pequeños negocios en Cuba a través de un MBA, que fue desarrollado en conjunto con la Universidad Católica de San Antonio (UCAM), en Murcia, España. A finales de 2010, Raúl Castro abrió campo para una mínima actividad privada orientada a las pequeñas empresas. La administración de peluquerías y cafeterías pasarían a manos privadas y, a su vez, la ampliación de pequeños restaurantes sería permitida, lo que hacía, ahora más necesario que nunca, la impartición de conocimientos sobre dirección de empresas, orientada a las pymes, micropymes y cooperativas, que son los emprendimientos que se están realizando ahora en Cuba.
Si bien el clero cubano ha sido una fuerte oposición para la Revolución, lo cierto es que las asperezas en estas relaciones entre Iglesia y Gobierno fueron limadas con la visita de Juan Pablo II y la liberación de los presos políticos. Los vínculos entre España y Cuba no se distanciaron ni siquiera después de la Revolución; más bien la isla caribeña cuenta, hoy en día, con una fuerte inversión española.
Es por ello que, a raíz de estas estrechas relaciones, se pensó en ofrecer un MBA que ayudara a preparar a los emprendedores cubanos a hacer frente a las tareas comerciales que les espera con esta nueva reforma. El programa, financiado por la universidad española, es gratuito para sus estudiantes. Mientras los españoles asumen el pago de los profesores y el coste de los viajes, la Iglesia se encarga de las instalaciones y de coordinar con los profesores locales. Para ingresar al programa, es necesario pertenecer a una empresa oficial, por lo que se excluyen los cuentapropistas. La gran mayoría se decidió por el magíster por razones pragmáticas y por el carácter práctico de la formación.
Sin embargo, las reformas recientes aún no son lo suficientemente abiertas como para lograr el pleno desarrollo de una pyme, fuera del sistema feudal, pues aún persisten obstáculos en Cuba, tal y como es la lista limitada de actividades autorizadas para el ejercicio por cuenta propia. De allí que ninguna empresa podrá nacer libremente en Cuba mientras la Constitución privilegie el sistema de economía basado en la propiedad socialista. Como si esto no fuera suficiente, aún no funciona un sistema de créditos y microcréditos, lo que suponen menos oportunidades de emprender una actividad por cuenta propia para aquéllos que no cuentan con un financiamiento inicial y más aún para los que dependen de la remesa de familiares en el extranjero.
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Este es el resumen del artículo "Un MBA con sabor cubano" publicado en Diciembre 2011 en la revista América Economía.
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