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Italia sin Starbucks | 
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| La idea de crear los Starbucks nació en Italia cuando Howard Schultz, su fundador, tuvo una revelación mientras paseaba por las calles de Milán y observaba el desarrollo de la cultura italiana en torno al café, el cual no era visto como una simple bebida, sino como toda una experiencia. Para aquel entonces, la empresa tan sólo estaba orientada al tostado del café y no contaba aún con ninguna cafetería en su haber.
Starbucks estaba perdiendo su potencial de negocio con el tostado del café y empezó a renovar su concepto hasta finalmente combinar una buena taza de café con un sitio cómodo y tranquilo para relajarse, conversar tranquilamente, leer un buen libro o navegar en Internet. Sus cadenas de cafeterías pronto fueron recibidas con gran aceptación en muchos países, excepto Italia, en donde la empresa aún no tiene presencia debido al probable temor a la voraz competencia cafetera italiana, pues el mercado allí está muy saturado y fragmentado, lo que dificultaría el posicionamiento de Starbucks, según alegan algunos.
La cuestión radica en las diferencias entre la tradición de los cafés italianos y Starbucks: 1) la cantidad de café que se sirve en una taza en Italia es muchísimo inferior al de otros países, 2) las comidas vienen acompañadas con estilos de café muy específicos; por ejemplo, cappuccinos para el desayuno, pues este tipo de café es considerado como una comida en sí, 3) los cafés italianos son hechos en cafeteras expreso a diferencia de EUA, donde el café se cuela, 4) los italianos suelen tomar su café a un ritmo frenético, no como en otras partes, donde el café se tomaría relajadamente en un cómodo sillón bajo un hilo musical agradable, 5) los italianos del sur prefieren un café negro más fuerte que los del norte, pero tampoco les deleita el sabor de los granos arábica, cuyo uso es común en Starbucks.
Pese a los contrastes, es cierto que Starbucks podría satisfacer una demanda latente en la cultura italiana: el anhelo de algunas cafeterías con un fin más lúdico y relajado, en donde los clientes puedan desconectarse y sentarse cómodamente a saborear un buen café. De no actuar rápidamente, la gigante podría estar perdiendo un tiempo valioso en ofrecer este concepto, pues ya empiezan a aparecer empresas imitadoras, tales como el McCafé o el Arnold Coffee, que han capitalizado su ausencia y ya empiezan a abrir sus cafés innovadores alrededor de Italia.
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Este es el resumen del artículo "Italia sin Starbucks" publicado en Febrero 13, 2012 en la revista Business Week.
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