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Desconecten todo: ¿Quién es responsable de los descansos de los empleados? |
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| Bienvenido al nuevo mundo laboral donde la jornada rara vez termina a su hora. Es un mundo en que smartphones y portátiles —aparatos que nos permiten trabajar mucho más deprisa, de manera más eficiente y con mayor flexibilidad— ahora nos conectan 24 horas al día, 7 días por semana, directamente con nuestro trabajo. No sólo tenemos dificultad para delimitar las fronteras entre vida personal y trabajo, ya que vida y trabajo se encuentran íntimamente ligados a la tecnología, también hay una presión inmensa por parte de las empresas para que estemos siempre "conectados" y listos para atender de forma inmediata a las llamadas y responder a los correos fuera del horario de trabajo. Empresas como Actos, peso pesado francés del sector de tecnología de la información, Deutsche Telekom y Google, adoptaron de forma reciente medidas que obligan a sus trabajadores a buscar un mayor equilibrio entre vida profesional y personal con pausas programadas de descanso de Internet y de la conectividad ininterrumpida. Durante el mes de febrero, Volkswagen, el mayor fabricante europeo de vehículos, se comprometió a desactivar el envío de correos a los BlackBerries de sus trabajadores en Alemania fuera del horario de trabajo. En un intento por combatir casos de cansancio entre los trabajadores, la empresa limitará el envío de correos a sus aparatos personales la media hora antes del inicio de la jornada y media hora después de concluido el día. Después, el aparato se quedará en modo “blackout” el resto del tiempo.
Esas nuevas políticas señalan el hecho de que aunque las empresas se preocupen por el bienestar de los trabajadores, ellas no son del todo altruistas. Las evidencias muestran que el tiempo de inactividad lleva a mayor productividad. Aunque nuestra obsesión por los aparatos digitales sea muy fuerte, a fin de cuentas, no es una casualidad que BlackBerry sea conocido como "crackberry", y necesitemos ayuda para romper con los malos hábitos, la responsabilidad no es solo de las empresas.
En la era anterior a los portátiles, al correo electrónico y a los smartphones, el trabajador no se llevaba el trabajo a casa, con excepción, tal vez, de papeleo de vez en cuando. Pero los tiempos han cambiado. Según una investigación reciente de Neverfail, empresa de software especializada en protección de datos, un 83% de los profesionales admiten que verifican su bandeja de entrada de correo electrónico después del trabajo. Dos tercios dicen que se llevaron a las vacaciones un aparato relacionado con el trabajo: smartphones o portátiles. Más del 50% de los entrevistados dijeron que envían correos durante las comidas con la familia o con amigos. (Tal vez un dato positivo de la investigación: el número de usuarios que admitieron enviar correos durante una ocasión romántica cayó del 11%, en 2009, a un 2% en 2011).
Otro estudio divulgado en el mes de marzo por investigadores de la Escuela de negocios Booth de la Universidad de Chicago constató que la mayor parte de las personas considera más difícil de resistirse a Facebook, Twitter y el correo que al cigarrillo y el alcohol. En el estudio, 205 adultos usaban aparatos que registraron un total de 7.827 informes sobre sus antojos cotidianos. Los principales fueron los deseos de dormir y de sexo, mientras que los antojos de medios de comunicación y trabajo fueron los más difíciles de resistir.
Nuestra capacidad de atención no es lo único que queda comprometido por el uso ininterrumpido de aparatos digitales. Varios estudios mostraron que el distanciamiento psicológico del trabajo fuera del horario de la jornada laboral es importante para la salud del trabajador. Que se desconecte del trabajo también es fundamental para la reducción del estrés: los gastos en salud son un 50% mayores en el caso de profesionales con niveles elevados de estrés, según un reportaje del Journal of Occupational and Environmental Medicine. El estrés juega un papel importante en varios tipos de problemas crónicos de salud, sobre todo en las enfermedades cardiovasculares, trastornos músculoesqueléticos y psicológicos. Estar un tiempo lejos del trabajo y de nuestros aparatos digitales mejora nuestra salud, nos hace sentir más felices y más productivos. ¿Pero quién debe de tener la responsabilidad de que eso suceda? En la era de las oficinas virtuales y de las fronteras indistintas entre trabajo y hogar, Craig Chappelow, gestor global de portafolio del Centro de Liderazgo Creativo, una empresa de servicios de consultoría de Greensboro, en Carolina del Norte, dice que la responsabilidad del líder consiste en "modelar los tipos de comportamiento que espera ver difundidos" por la empresa.
Es preciso que las empresas tengan reglas básicas también, dice Chappelow. El hecho es que un gran número de empresas está revisando las políticas que adoptan en relación a la manera en que sus trabajadores controlan el correo, inclusive a cuántos trabajadores se puede copiar en un mensaje y cuántas veces se puede enviar y recibir un correo. Algunas empresas también monitorizan el uso de smartphones por los empleados fuera del horario de trabajo. "El hecho es que trabajo y vida personal son cosas que están muy conectadas, y es preciso que se descubra cómo esas dos cosas pueden coexistir de manera que no genere estrés", observa Chappelow. "Las personas tendrán que aprender a comportarse de una manera nueva respecto a la tecnología, para evitar sentirse agotadas. Hay también un punto de saturación; a fin de cuentas, el día sólo tiene 24 horas".
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Este es el resumen del artículo "Desconecten todo: ¿Quién es responsable de los descansos de los empleados?" publicado en Marzo 20, 2012 en la revista Knowledge @ Wharton.
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