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No me mientas, Argentina | 
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| El nivel de confianza que proyectan las agencias de estadísticas depende no sólo de la sofisticación técnica de sus mediciones, sino, en gran parte también, de su habilidad para resistir a la presión política de los gobiernos que las controlan. Por ejemplo, en China los cálculos oficiales pueden resultar algo desfasados de la realidad; al igual que en Grecia, donde maquillaron las cifras de su déficit, lo que trajo consigo unas consecuencias desastrosas. La misma historia se viene repitiendo, desde 2007, en Argentina, cuyo gobierno publica unos índices de inflación surrealistas.
Según las estadísticas argentinas oficiales, la tasa de inflación ha aumentado entre 5% y 11% anualmente. No obstante, algunos economistas y analistas independientes han duplicado la cifra oficial. Lo que empezó como una estrategia para evitar titulares alarmistas en un país continuamente golpeado por una inflación muy elevada terminó con la total desacreditación del INDEC, la cual era, en su entonces, la mejor oficina de estadísticas de Latinoamérica.
Los resultados de este organismo público son amoldados al antojo del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, cuyo abuso de poder es tan desmedido que incluso muchos economistas autónomos se han visto en la posición de tener que dejar de publicar sus propios estimados sobre el índice inflacionario debido a las constantes multas o amenazas judiciales en su contra. Lo peor del asunto es que no parece haber pronto una leve esperanza a tener unas estadísticas creíbles en Argentina. Por un lado, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien dirige el INDEC, se presenta como uno de los asesores más cercanos de la Presidenta. Por otro, el FMI, que está al tanto del incumplimiento de las obligaciones de esta institución, ofrece recomendaciones e impone fechas topes, que luego son cambiadas dada la falta de progreso en el tema.
Por ende, es lógico que cada vez más medios de comunicación y empresas recurran a fuentes más fiables para conseguir información creíble y acorde a la realidad económica del país. Es más, son muchas las que han optado por usar la agencia especialista en inflación PriceStats, con sede en EUA, lo que la aparta de la manipulación política del gobierno argentino. Esta agencia basa sus métodos en una investigación sólida y cuenta con un equipo de expertos en la temática. De hecho, los resultados arrojados en anteriores estudios han llegado a dejar en evidencia una disparidad abismal con las cifras oficiales de países, tales como Brasil y Venezuela.
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Este es el resumen del artículo "No me mientas, Argentina" publicado en Febrero 25, 2012 en la revista The Economist.
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