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El principio del fin para Putin | 
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| Se supone que las elecciones deben estar envueltas en un clima de incertidumbre. Pero todo el mundo sabe en Rusia que Vladimir Putin, el actual primer ministro, será elegido presidente el 4 de marzo. No es que Putin sea muy popular sino que se valdrá del fraude electoral y les pondrá todo tipo de trabas a los demás candidatos. La incertidumbre vendrá después de la elección. Algunos eventos ocurridos en los últimos meses han demostrado que Putin no podrá gobernar su país indefinidamente. El principio del fin de su reino han empezado. Lo que no se sabe es si todo terminará bien o mal.
Cuando Putin llegó al poder hace doce años, buena parte de los rusos estaban agradecidos por la estabilidad y la prosperidad que comenzó a reinar en el país. El caos político y la caída de los salarios tras el colapso de la Unión Soviética encendió el fervor por la democracia y por el enriquecimiento inmediato. Putin estaba alto en las encuestas. El resto del mundo consideraba que Rusia era una sociedad cínica en la que a la gente sólo le interesaba el dinero.
Pero Rusia está cambiando. Ahora existe una clase media más rica y ruidosa, que reconoce que Rusia es una cleptocracia. Aunque la insatisfacción de la población es más evidente entre la clase media, los viejos, los pobres y los rusos menos cosmopolitas se han venido alejando de Putin también. Los votantes están hartos de corrupción, desilusionados por la falta de verdaderas reformas y cada vez más escépticos ante las excusas de Putin: "Todos los que me critican son agentes o cómplices de Occidente".
El destino de Rusia depende en buena medida de lo que haga Putin. Una posibilidad es que reprima el descontento. Su pasado como agente de la KGB, sus tendencias autocráticas y su retórica antiOccidental, que cada vez se vuelve más estridente, indican que este será el camino que tomará. Si en cambio Putin decide tomar el camino de las reformas, podría empezar por no lanzarse otra vez en 2018 y por permitir elecciones parlamentarias libres. Podría establecer el imperio de la ley y reformar la economía. Un hombre sabio estaría pensando en su legado y en un sucesor. Putin no se ha mostrado muy sabio durante su estancia en el poder, pero no es un tonto. Debe tomar una decisión y la historia será muy severa con él si no toma la más adecuada.
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Este es el resumen del artículo "El principio del fin para Putin" publicado en marzo 03, 2012 en la revista The Economist.
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