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¿Dónde está el amor? | 
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| Algunos empresarios tal vez sienten que han perdido el amor por su negocio. Ya no existe aquel sentimiento que los inundó como emprendedores y los motivó a crear una idea, buscar capital, probar opciones y mercadearla. La chispa se ha cambiado por una filosofía del "tener que hacer".
Esto no ocurre de la noche a la mañana o a causa de un evento aislado, sino porque los dueños del negocio se enfocan en otras cosas que se alejan de la médula de su actividad. Richard Chang, autor de "The Passion Plan", explica que es fácil dejar que las situaciones externas desvíen la atención de lo que originariamente importaba.
La clave para conservar el enfoque es poner un poco de pasión en el desarrollo de cada día. Chang recomienda pasar veinte minutos diarios con el equipo de diseño, conversando sobre las nuevas alternativas. Se trata de actividades cotidianas de construcción de pasión.
Mark Albion, autor de "Making a Life, Making a Living", opina que debe preguntarse qué produce la pasión, sobre lo cual pueden encontrarse respuestas sorprendentes y nuevas áreas para despertar interés. En esta tarea puede ser útil el apoyo de amigos cercanos, familiares o colegas que puedan ayudar a la persona a descubrir lo que realmente le gusta. Es una especie de auto examen. Chang sugiere otra vía, para él existen dos tipos de pasión: la basada en el contenido (involucra un sujeto o acción específica, como por ejemplo un fanático del tenis que comience un negocio relacionado al deporte) y la basada en el contexto (dirigida más a las acciones y experiencias); idealmente la persona quiere tener ambas visiones en su vida. Para este experto, existen los apasionados, quienes son adeptos al juego de la pasión, que toman ambos enfoques (el de contenido y el de contexto) y los insertan en sus actividades diarias.
La clave no es sólo redescubrir lo que se ama, sino darse cuenta de que la pasión y los valores pueden cambiar con el tiempo. Es parte de un ciclo que fluye y que es común en todas las áreas de la vida. Un ejemplo es el de Marley Maicher, fundadora de la empresa organizadora de eventos The Party Goddess Inc: después de seis años gerenciando un restaurant, esta emprendedora se cansó de la rutina monótona. Aunque su pasión seguía siendo el servicio de comida, cambió al catering y a los eventos como una alternativa para idear presentaciones temáticas cada mes.
Una de las recomendaciones para mantener la pasión es aprender a delegar algunas de las aburridas actividades diarias, para así poder mantener el enfoque en lo que realmente importa. La persona debe posicionarse para gerenciar a otros que desempeñen el trabajo, así se mantiene el contacto con el proceso.
Algunos signos para saber si se ha perdido la pasión por el negocio:
1. Levantarse en las mañanas para ir al trabajo es equivalente a escalar el Everest.
2. Un empleado le pregunta sobre la engrapadora y usted engrana una diatriba de 25 minutos sobre el sin sentido de todas las cosas.
3. Los comerciales que prometen "US$ 1 millón en tres semanas" comienzan a parecer atractivos.
4. Preferiría ver cualquier repetición de su serie favorita en la comodidad de su hogar, en lugar de tener que reunirse con clientes (este signo se considera si va acompañado de otros de la lista).
5. Las actividades de entretenimiento dirigidas a los empleados se empiezan a percibir como días aburridos normales.
6. No puede recordar la última vez que dijo "amo mi negocio".
7. Acostumbraba a imaginarse en la portada de Entrepreneur; pero ahora sueña con estar en la portada de la revista "Sleep Digest".
8. Se siente como cuando trabajaba para otro, oye constantemente en su cerebro "este trabajo apesta, renuncio".
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Este es el resumen del artículo "¿Dónde está el amor?" publicado en Octubre 2003 en la revista Entrepreneur.
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