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La generación perdida de España ve hacia el exterior | 
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| Mucho españoles que están hoy en sus 20 y 30 años crecieron con la idea de que una buena educación les daría la carrera que les fue negada a sus padres en la estrecha economía del régimen de Franco. Ahora, España está en una crisis económica tan severa como nada de lo experimentado desde los primeros días de aquella dictadura. En toda Europa, los padres que asumieron que después de la II Guerra Mundial cada generación sería mejor que la anterior, ven cómo la crisis de la deuda barre con esas certezas. Los maestros y trabajadores estatales griegos ya no tienen más trabajos de por vida, los estudiantes en las universidades británicas se enfrentan a matrículas estilo EUA, y los franceses han tenido que aceptar retirarse más tarde. A lo largo de los 27 países de la Unión Europea se están adoptando medidas de austeridad por unos €450 mil millones (US$ 600 mil millones).
España personifica los grandes sacrificios que tanto los gobiernos como los ciudadanos tienen que hacer para reconfigurar a Europa. Su gobierno cortará los gastos en inversiones en un 40%, por lo que habrá una congelación de la contratación en las instituciones públicas de investigación que reclutaron alrededor de 600 científicos en 2008; y apunta a más de €40 mil millones en recortes de su déficit para restringir los costos de préstamos que llegaron en noviembre a un nivel a los 14 años del 6.7% para los bonos por 10 años. Si eso no resulta, los intereses se dispararán y el gobierno tendrá que buscar un rescate financiero y entregar su economía soberana al Banco Central Europeo y al FMI.
Atrapada en esta espiral descendente está la generación mejor educada que ha producido España, y la más duramente golpeada por la crisis. Tras unirse a la Unión Europea, el país expandió su sistema educativo, abriendo nuevas universidades y desde 2000 se ha procurado impulsar las capacidades de investigación y desarrollo para hacer a las compañías más competitivas. El error, según expertos, fue darle calor al entrenamiento de investigadores antes de que la economía estuviera lista para ponerlos a trabajar. La economía de España tiene menos capacidad de empleo para los más preparados, por su continuada alta proporción de pequeñas compañías, y a eso se suma que en esta crisis los trabajadores jóvenes han sufrido el mayor índice de desempleo. Según encuestas, el 68% de los jóvenes españoles están considerando la emigración.
Para algunos, el primer ministro Rajoy tiene poco tiempo para poner en movimiento la economía con su plan de hacer el trabajo más flexible, reparar el sector público, y convertir a España en un miembro viable de la eurozona. Ven difícil que pueda lograrlo, pero hay algo positivo: las exportaciones han aumentado en un 12% desde que empezó la crisis en 2008. Si las reformas de Rajoy tuvieran éxito en volver a poner en marcha la economía, España podría disfrutar de un impulso en la productividad utilizando el capital intelectual que se ha visto obligado a emigrar. Los trabajadores que retornen tendrán una experiencia internacional para contribuir.
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Este es el resumen del artículo "La generación perdida de España ve hacia el exterior" publicado en Abril 02, 2012 en la revista Business Week.
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