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El más bien peligroso Monsieur Hollande | 
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| Es la mitad del motor franco-alemán la que está impulsando a la Unión Europea. Ha sido el país del balance dentro de la crisis del euro, suspendido entre un norte prudente y un sur despilfarrador, y entre acreedores y deudores. Y es grande. Si Francia fuera el próximo país de la zona euro en meterse en dificultades, la supervivencia de la moneda única estaría en duda.
Por eso es que es posible que la victoria del candidato socialista, François Hollande, en las elecciones presidenciales de Francia tenga tanta importancia. Con un presidente socialista Francia entendería bien sólo una cosa. El Sr. Hollande se opone a las duras restricciones fiscales impuestas por Alemania las cuales están estrangulando las oportunidades de recuperación de la zona euro. Pero él lo hace por las razones equivocadas –y pareciera que entenderá mal muchas otras cosas como que la prosperidad de Francia (y de la zona euro) estaría en riesgo.
Una ruptura entre Francia y Alemania llegaría en un momento peligroso. Hasta hace poco, los votantes en la zona euro parecieron aceptar la idea acerca de la austeridad y las reformas. Los primeros ministros tecnocráticos de Grecia e Italia han sido populares; los votantes en España, Portugal e Irlanda han elegido a gobiernos reformistas. Pero casi uno de tres franceses le dio su voto en la primera ronda a Marine Le Pen del Frente Nacional y a Jean-Luc Mélenchon del Partido de Izquierda, quienes se lanzaron con plataformas antieuro y antiglobalización. Y ahora Geert Wilders, un populista de extrema derecha, ha derribado al gobierno holandés por recortes presupuestarios. Aunque en principio los holandeses favorecen la austeridad, en la práctica ellos todavía no han sido capaces de ponerse de acuerdo en cómo hacerlo. Y estas sublevaciones están ahora haciendo eco en España e Italia.
Es concebible que el presidente Hollande pueda poner la balanza a favor de un poco menos de austeridad en este momento. De igual forma, él podría asustar a los alemanes en que vayan por la dirección contraria. De cualquier modo una cosa parece ser cierta: un presidente francés tan hostil al cambio podría debilitar la voluntad de Europa en que vaya tras reformas dolorosas que eventualmente deba adoptar para que el euro sobreviva. Y eso es lo que lo convierte en un hombre más bien peligroso.
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Este es el resumen del artículo "El más bien peligroso Monsieur Hollande" publicado en Abril 28, 2012 en la revista The Economist.
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