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¿Se puede arrebatar el liderazgo a empresas de tecnología consolidadas? | 
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| Las compañías de tecnología ya establecidas tienen buena parte del camino recorrido cuando se trata de imitar innovaciones o productos introducidos por sus competidores, lo que obliga a muchos emprendedores a replantearse su entrada en el mercado tecnológico, en especial en el del Internet, donde la práctica de las réplicas es muy habitual. Tanto Microsoft, como Google y Facebook libran una dura batalla para no quedarse atrás en las nuevas aplicaciones que ofrecen sus rivales y actualizan sus plataformas con recursos similares e incluso mejorados para preservar así su dominio en el sector.
Estas empresas consolidadas afirman que la inversión e innovación constantes son las claves perfectas para garantizar el éxito corporativo y tales medidas son necesarias cuando el usuario está a tan sólo un clic de abandonar por completo un servicio o programa con un coste nulo. Lo mismo ocurre con las plataformas sociales, que por temor de perder su posición en el mercado ante los nuevos servicios de sus competidores, replican cientos de aplicaciones para integrar cada vez más a la web su creciente base activa de clientes. Dadas estas amenazas latentes, Facebook se vio obligada a comprar Instagram, aplicación para la distribución social de fotos, al igual que Google apostó por la adquisición de YouTube.
Sin embargo, los especialistas aseguran que los usuarios actúan por inercia y no suelen migrar con frecuencia por tener que soportar la carga de aprender a lidiar con un producto y proveedor nuevo. De allí que las empresas que primero cambian siempre tienen una ventaja significativa frente a la competencia de las más nuevas; no obstante, siempre existe la posibilidad de que un novato ágil entre en el mercado y les arrebate los clientes a las empresas consolidadas.
Más allá del hábito, muchos sostienen que éstos actúan impulsados por el efecto de red, especialmente visto en las plataformas de medios sociales, como Facebook. Una empresa introduce un nuevo servicio, adquiere un liderazgo significativo y, como consecuencia de esto, atrae más clientes y, a su vez, hace poco probable el cambio de los usuarios de una red a otra por muy sencillo que sea. Como fórmula para competir exitosamente contra los colosos consolidados, las empresas emergentes, además de establecer vehículos de relación en Internet (que suelen ser los modelos más triunfantes en este sector), deben ofrecer una ventaja adicional a sus innovaciones, custodiadas de forma efectiva a través del registro de patentes, una herramienta de monopolio legal y un arma poderosa para poner barreras a sus rivales.
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Este es el resumen del artículo "¿Se puede arrebatar el liderazgo a empresas de tecnología consolidadas?" publicado en Junio 12, 2012 en la revista Knowledge @ Wharton.
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