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Diez tecnologías que merecen morir | 
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| Algunas tecnologías son tan descaradamente molestas que la raza humana se regocijaría si fueran eliminadas. Un escritor de ciencia ficción y humorista aporta algunas candidatas:
1. Armas nucleares: Hoy en día un dispositivo de estos puede borrar cualquier blanco concebible con la exactitud exquisita del GPS. Las bombas pueden encontrarse en cualquier tamaño y potencial que se necesite, lo que deja a su cargo una sola función: el terrorismo. Son excelentes armas para desplegar ataques contra centros de gobierno, pero inútiles en caso contrario. Por tanto no se explica por qué continúan fabricándose estos caros objetos, peligrosos y fáciles de robar.
2. Energía basada en el carbón: El carbón fue usado en otros tiempos y movió las máquinas a nivel mundial durante mucho, pero en la actualidad, es una fuente de energía que tiene efectos perjudiciales en el clima y en la salud humana. Su extracción destruye muchas extensiones de terreno y el trabajo en las minas es el más peligroso que existe.
3. El motor de combustión interna: Si se permanece en un garaje cerrado con un motor de combustión interna encendido, el resultado seguro es la muerte. Los motores de combustión interna son aparatosos y ordinarios. Son difíciles de entonar y difícilmente permiten desplazar su propio peso. En consecuencia deben ser reemplazados por células de hidrógeno y combustible, tecnologías más simples, seguras y limpias. Si de todas maneras se necesita oír el ruido ensordecedor de una motocicleta es mejor grabarlo y reproducirlo en el estéreo del automóvil.
4. Bombillas de luz incandescente: Realmente estos recursos son bombillos de calor (producen nueve veces más calor que iluminación), son frágiles, costosos en su fabricación y necesitan ser reemplazados con frecuencia. Deben ser sustituidos por una tecnología superior, algo más barato, mejor diseñado que emita longitudes de onda adecuadas al globo del ojo humano.
5. Minas terrestres: Durante una guerra son pocos los soldados que mueren por pisar las minas y una vez que las tropas de desmovilizan es menos probable. Las minas permanecen para matar ganado, niños, hombres y mujeres que merodean las zonas buscando recobrar la habitabilidad del planeta. Es realmente tonto fabricar y distribuir armas letales que no se saben donde están una vez que la guerra termina.
Otras tecnologías que merecen morir también son vuelos espaciales con tripulación humana (una aventura sin sentido más que el daño al cuerpo humano por la exposición a condiciones fuera de lo normal), las prisiones (que no garantizan algún tipo de rehabilitación), los implantes cosméticos (es una práctica aberrante inyectar la carne humana con sustancias extrañas solo para fines estéticos), detectores de mentiras (simplemente no funcionan, sus principios de respuesta orgánica de la piel y la presión arterial a la presión psicológica nada tienen que ver con el proceso de mentir) y por últimos los DVDs (la ventaja que se obtiene de una mejor visibilidad se anula completamente ante una huella digital o un arañazo, sin contar los efectos de la piratería de este recurso sobre el consumidor).
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Este es el resumen del artículo "Diez tecnologías que merecen morir" publicado en Octubre 2003 en la revista Technology Review.
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