Google
Por Tema

Por Revista

Marzo 2016
Febrero 2016
Enero 2016
Diciembre 2015 libre
Noviembre 2015 libre
Octubre 2015 libre
Septiembre 2015 libre
Agosto 2015, Q2 libre
Julio Agosto 2015 Q1 libre
Julio 2015, Q1 libre
Junio 2015, Q2 libre
Mayo Junio 2015 libre
Mayo 2015, Q1 libre
Abril 2015, Q2 libre
Abril 2015, Q1 libre

Pruébenos gratis
Suscríbase
¿Cómo funciona?
Preguntas frecuentes
Sobre nosotros
Atención al Cliente



Amazonas al trabajo



Revista: The Economist
Tema: Recursos Humanos
Fecha: Junio 30, 2012
Para Adriana Graciano, dejar a su violenta pareja significó perder la custodia de sus hijos, ya que ella carecía de empleo y un sitio donde vivir. Ahora ella se está preparando para ser albañil con Mão na Massa (lo que significa casi “ensúciate las manos”), una organización sin fines de lucro en Brasil que desde el año 2007 le ha estado enseñando a las mujeres de las favelas (barriadas populares) oficios como plomería, pintura de casas y albañilería. De las 94 mujeres que terminaron sus cursos en los primeros dos años, dos tercios se encuentran laborando en la industria. Sus ingresos han aumentado desde apenas R$ 44 (US$ 21) antes de unirse al plan a R$ 631 mensuales.

La Sra. Graciano, quien espera pronto obtener un empleo, un hogar, y sus hijos de vuelta, es una de las muchas mujeres brasileras cuyas vidas están siendo transformadas. En 1960, tan sólo un 17% de ellas trabajaban fuera del hogar, lo que representó una de las tasas más bajas dentro de América Latina; ahora dos tercios de ellas tienen empleo, una de las cifras más altas en la región. Eso es debido en parte a que ellas tienen mucho menos hijos que en el pasado. En la década de los 60, las mujeres brasileras tenían 6 hijos cada una; ahora el promedio es de 1,9, inferior a cualquier sitio de América Latina exceptuando Cuba.

Los grandes aumentos en el salario mínimo, un aumento en los empleos formales y la incursión en especialidades que dominaron los hombres por mucho tiempo significan que la brecha entre la paga que reciben las mujeres con un bajo nivel de educación y la de sus contrapartes masculinas se ha comenzado a reducir. Al mismo tiempo, más mujeres brasileras están mejores cualificadas que antes. Las chicas se están quedando más tiempo en la escuela que los chicos, y tres quintos de los graduados en universidades son mujeres.

Una investigación del Centro para la Innovación de Talento, un comité asesor de Nueva York, señala que un 59% de las mujeres educadas en la universidad se describían a sí mismas como “muy ambiciosas”, comparadas con apenas un 36% en EUA. La velocidad del cambio en las actitudes ha tomado a las empresas por sorpresa. “Las compañías globales todavía piensan que las mujeres de los mercados emergentes están todas descalzas y embarazadas, y muchas empresas en Brasil son dirigidas por hombres viejos con puntos de vista tradicionales”, dijo la presidenta de este comité asesor.

Un apretado mercado laboral y una escasez de talentos están llevando a los empleadores a mirar más allá de sus prejuicios. Ayuda que una nación donde las mujeres han sido hechas a un lado en la política por mucho tiempo esté ahora gobernada por una. Aunque Dilma Rousseff le debe su llegada a la presidencia a un hombre –su predecesor y mentor, Luiz Inácio Lula da Silva– ella se ha demostrado a sí misma ser su propia mujer. Una maniobra anticorrupción, descrita por los medios de comunicación como “limpieza de la casa”, ha hecho remover de sus cargos a muchos de los hombres mediocres que ella heredó, y aumentó la participación de mujeres en su gabinete por encima de un cuarto. De manera lenta se encuentra remplazando a los políticos que dirigen las empresas del estado con personas mejores cualificadas –de nuevo, con mujeres en lugar de los hombres que allí se encontraban. Graça Foster, quien tomó el mando de Petrobras a comienzos de este año, tiene títulos en ingeniería química y nuclear, un máster en gestión de empresas y tres décadas en la industria petrolera. Si la Sra. Rouseff buscara y ganara un segundo período presidencial, esto sería por sus propios méritos.

Norma Sá de Mão na Massa dice que sus antiguas alumnas se han enfrentado a pocos prejuicios en el sitio de trabajo: “los hombres no se preocupan de que se trata de competencia por ‘sus' empleos, ya que hay bastante trabajo para todos”. Si eso cambia, las actitudes pueden endurecerse. Para las mujeres profesionales, un obstáculo más inmediato pudiera ser el elevado coste de la ayuda doméstica. Pero de los 7,2 millones de brasileras trabajando como domésticas, casi todas son mujeres –mujeres que tienen ahora más opciones que nunca antes.




Este es el resumen del artículo "Amazonas al trabajo" publicado en Junio 30, 2012 en la revista The Economist.

Vea otros artículos publicados en The Economist u otros artículos sobre Recursos Humanos.

deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.



 

Copyright 2003-2024 por Meltom Technologies Inc