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De ideas brillantes a ideas correctas |
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| Crear nuevas ideas significa pensar productivamente viendo las cosas de tantas formas distintas como sea posible. Típicamente el ser humano piensa en función de experiencias que ha tenido en el pasado, en algo que funcionó una vez y puede ser adaptado a la nueva situación. En cambio, los innovadores o creativos, al encontrarse con un problema, se plantean vías alternativas para resolverlo, nuevos enfoques para resolver las situaciones y por ende, resultan respuestas no convencionales y hasta únicas. Con el pensamiento productivo se pueden generar tantas aproximaciones de alternativas como se pueda, considerando la más obvia y la menos probable. Esta capacidad de múltiples puntos de vista es esencial.
Un ejemplo de este comportamiento es el premio Nobel Richard Feynman, quien en medio de un problema, inventaba siempre una nueva estrategia de pensamiento. Su secreto estaba en su habilidad para desechar la forma como los antiguos pensadores enfocarían un problema. Si algo no funcionaba, buscaba nuevas alternativas hasta que encontraba la que definitivamente cambiaba su imaginación. Así era sorprendentemente productivo y podía hacer en diez minutos lo que a otros científicos le tomaba un año. Feynman propuso enseñar su técnica en las escuelas en lugar del pensamiento reproductivo.
El gran obstáculo para el pensamiento innovador es la educación. Se enseña a cómo manejar problemas con actitudes mentales fijas basadas en lo que otros pensadores creyeron, predeterminando las respuestas a problemas y situaciones. Se enseña qué pensar en lugar de cómo pensar. Por ende, también se procesa la información de la misma manera siempre y no se consideran nuevos enfoques.
La creatividad requiere de grandes cantidades de alternativas. La cantidad alimenta la calidad. Muchas veces se producen una o dos ideas y se procede como si ellas fueran la respuesta definitiva. Pero las ideas creativas son escasas, por tanto lo lógico es producir la mayor cantidad de ideas posible. En el laboratorio del inventor Edison, existe un buen número de fonógrafos de diferentes formas, tamaños y materiales, como muestra de las veces que rechazó las ideas que produjo y de su forma de pensamiento que era en esencia explorar cada lejana posibilidad. Esto lleva también a otra aseveración: incrementar la producción de ideas requiere un esfuerzo consciente y constante. Las ideas iniciales son generalmente más pobres en calidad que las últimas. Es por esto que el pensamiento creativo depende del flujo constante que originará un pensamiento raro y único.
Si se quiere crear algo nuevo o tener una solución creativa a un problema, se debe pautar distancia de la primera ocurrencia. Para ideas originales o soluciones creativas para la empresa o para los problemas personales se puede:
- Generar una multiplicidad de perspectivas diferentes sobre su asunto hasta que se encuentre la perspectiva que se quiere.
- Generar una gran cantidad de alternativas y conjeturas, reteniendo las mejores para desarrollarlas y elaborarlas ampliamente.
- Producir la variación de las ideas incorporando factores como el azar, la oportunidad, y otros factores no relacionados.
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Este es el resumen del artículo "De ideas brillantes a ideas correctas" publicado en Sep-Oct 2003 en la revista The Futurist.
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