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Más chavistas que Chávez | 
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| Sin duda alguna, el presidente venezolano Hugo Chávez es el líder de un proceso que ha cambiado la forma de hacer política en el país con las mayores reservas mundiales de petróleo y, a su vez, ha marcado una pauta, para bien o para mal, en toda la región. La victoria de Chávez el 7 de octubre radica en que centenares de seguidores son acobijados bajo los beneficios sociales ofrecidos por el gobierno, tales como la entrega de viviendas a personas de bajos recursos o los damnificados de las lluvias que azotaron al país en 2010. A diferencia de esta realidad, muchos otros, en especial la clase media en favor del candidato opositor, Henrique Capriles (ex gobernador del segundo mayor estado del país), consideran la gestión gubernamental del carismático líder como ineficiente, pues su gobierno está caracterizado por 1) unos índices galopantes de violencia que superan la media latinoamericana (más de 19 mil homicidios anuales), 2) una inflación creciente (27,9% en 2011), y 3) una oleada de expropiaciones.
Si bien Capriles apostaba por buscar la conciliación y mejorar la treintena de planes sociales en materia educativa, sanitaria o alimentaria otorgados por el gobierno de Chávez desde 2003, lo cierto es que la oposición nunca podrá igualar el volumen de recursos desplegado por el Estado en forma de gasto social, elemento utilizado en la política venezolana actual como clientelismo político, lo que probablemente impedirá que el gobierno chavista sea derrotado electoralmente.
Para el politólogo Nicmer Evans, profesor de la Universidad Central de Venezuela, un cuarto mandato del presidente supondría una consolidación de su plan socialista, una presencia de Estado más fuerte, pero no absoluto. En su opinión, las amenazas, ataques y expropiaciones contra el sector privado seguirán ocurriendo, pero con una voluntad desmonopolizadora en sectores como el energético o el de infraestructuras y bajo una posible emergencia de la economía comunal. Por una parte, la política exterior de Chávez continuará teniendo matices anti-imperialistas, y la comunidad internacional no dejará de observar con recelo sus estrechas relaciones con países sancionados, tales como Irán, Siria o Libia. Por otra parte, Venezuela se mostrará como abanderada de la unión latinoamericana y como socio predilecto de los países de la alianza bolivariana ALBA e islas caribeñas a los que ofrece petróleo a condiciones favorables y ayuda financiera.
Según Javier Corrales y Michael Penford, académicos del libro “Dragón en el Trópico”, Venezuela ha pasado a ocupar uno de los primeros puestos en el rango de ayuda destinada al desarrollo como porcentaje del tamaño de su economía. A base de la bonanza petrolera, el gobierno venezolano 1) brinda subsidios petroleros para Cuba, 2) compra la deuda argentina para sacar del camino al FMI, 3) ofrece ayudas en efectivo a Bolivia, 4) envía médicos a Nicaragua y 5) apoya candidaturas políticas a fines del proyecto bolivariano.
Sobre el futuro de Venezuela, el presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, afirma que el mandatario persistirá con su política exterior derrochadora y su confrontación contradictoria y teatral con EUA, que ha sido el mayor socio comercial de la revolución bolivariana. En cuanto a las incertidumbres acerca de su salud, los expertos alegan que actualmente no hay un candidato que pueda sustituir a Chávez, sino varios liderazgos que podrían ejercer una conducción más colectiva y menos personalista.
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Este es el resumen del artículo "Más chavistas que Chávez" publicado en Septiembre 2012 en la revista América Economía.
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