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El régimen híbrido de Hugo Chávez | 
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| A diferencia de otros gobiernos populistas latinoamericanos, el régimen venezolano de Hugo Chávez se trata de un gobierno híbrido, pero sin represión. No obstante, la victoria de Chávez se traducirá en más discreción e intolerancia con la disidencia, según el politólogo y escritor Javier Corrales. Si bien el régimen nunca acabaría completamente con la competencia política en Venezuela, lo cierto es que los bloqueos a las acciones de aquéllos que tengan capacidad de hacer resistencia serán cada vez más comunes y agresivos por parte del gobierno. A su vez, habrá una mayor radicalización en cuanto al control estatal de la economía, una dirección que golpea a todos los sectores desde el 2007, con excepción, del petrolero, donde se ha moderado.
Aunque la oposición, liderada por un candidato serio, no logró alcanzar la mayoría de votos, ésta desafió los miedos, escollos y fantasmas del pasado, tales como 1) abstenerse demasiado, 2) pedir prematuramente la renuncia del presidente, 3) abrazar un discurso punitivo, 4) recurrir a antiguos dirigentes políticos y 5) eludir los sacrificios necesarios para lograr la unidad.
Pese a la inmensa plataforma de campaña política que instaló el candidato opositor, los resultados dejan en evidencia, una vez más, que los presidentes en ejercicio en América Latina corren con mayor ventaja, especialmente en tiempos de bonanza económica y booms de consumo, y particularmente cuando adoptan un discurso de odio hacia los disidentes políticos. De hecho, Corrales sostiene que el populismo agresivo en América Latina ha logrado hacerse con el poder gracias a la existencia de capital para gastar. El colapso de la mayoría de este tipo de gobiernos ocurre cuando la caja pierde su liquidez, un aprieto económico que aún no se avecina en el régimen de Chávez.
Ante los problemas de salud de Chávez y una posible sucesión del poder, el politólogo opina que el gobierno venezolano ha abordado este asunto con mucho hermetismo y misterio. Si bien la Constitución señala que, si el presidente muere en los primeros cuatro años de su mandato, el vicepresidente debe asumir el cargo y llamar a elecciones en los siguientes 30 días, lo cierto es que Chávez podría modificar este artículo o desconfiar de su vicepresidente. Pese a las innumerables conjeturas, lo que sí es cierto es que, en un verdadero clima democrático, la toma de decisiones sobre una posible sucesión debería residir en los distintos sectores al interior de las Fuerzas Armadas venezolanas.
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Este es el resumen del artículo "El régimen híbrido de Hugo Chávez" publicado en Septiembre 2012 en la revista América Economía.
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