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El peso de una economía | 
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| En Argentina ya ni siquiera un viaje de placer o negocios podrá justificar la compra de dólares, a menos que usted viaje a un país donde este sea la moneda oficial: Panamá, El Salvador, Ecuador o EUA, de lo contrario, le venderán la moneda de destino. La medida la tomó el gobierno y Visa informó a los usuarios de tarjetas de crédito la decisión de pesificar a partir de octubre. Desterrado el dólar de la economía, ha llegado el momento de discutir las virtudes de la moneda argentina, o sea, por qué es bueno ahorrar en pesos. Y como todo lo que hoy sucede en el país, hay dos posturas para esto.
De un lado advierten que Argentina está viviendo un cambio de paradigma en la acumulación del capital y que las actividades productivas son más rentables que el negocio financiero. Muchas de las quejas por la falta de dólares y de incentivos para ahorrar en pesos tienen que ver con un sistema financiero poco confiable, debido al actual modelo y a la intervención de la economía a través del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Hay dos cosas que no pueden convivir en una economía competitiva, y son la alta inflación con bajas tasas de interés. Después de la crisis de 2001, los ahorros se pesificaron y entre 2002 y principios de 2007 la tendencia a la dolarización fue muy baja. Pero hoy se estima que Argentina tiene 80 veces más dólares dando vuelta en su economía que Chile y 10 veces más que Panamá.
Hay quien opina que, para hablar de pesificación, es bueno hablar antes de dolarización y para ello hay que diferenciar la dolarización de la moneda de la de activos. Lo riesgoso es que cuando un país tiene una inflación muy alta puede llegar a pensar sus precios en términos de dólares. Otros van mucho más allá y señalan que el atraso cambiario fue una medida que se tomó en la dictadura porque devaluar hubiera generado un alza en los precios de los alimentos y una fuerte desigualdad en la distribución del ingreso. Ponen el foco en los US$ 3.000 millones que se fugaron del país en el mes de octubre de 2011. Con eso se estaba presionando hacia una devaluación pero también hacia una desestabilización económica. Ahora hay que pensar cómo retomar la senda del crecimiento. Reconocen que hay una presión de la gente sobre el dólar, y plantean dos valores de cambio: Uno oficial para las importaciones y otro más alto para la fuga de capitales.
Para otros expertos, ahorrar en dólares o pensar en esa moneda tiene un alto componente cultural, pues si se toma de mayo de 2002 a marzo de este año, se verá que el dólar se ha depreciado casi tanto como el peso. Incluso están convencidos de que aquellos comerciantes que dicen que el dólar sirve para ahorrar están errados, porque para preservarse de la inflación lo ideal es comprar mercadería, y no dólares. Más allá de estas dos visiones que se contraponen en todo análisis económico en Argentina, resulta sintomático que los economistas, para hablar de pesificación o del valor del peso, tengan necesariamente que remitirse a lo que pasa con el dólar. Puede ser algo cultural y del inconsciente, o una herramienta desestabilizadora. O sea, que uno de los grandes debates económicos argentinos oscila entre el psicoanálisis y la teoría de complot.
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Este es el resumen del artículo "El peso de una economía" publicado en Septiembre 2012 en la revista América Economía.
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